El aroma del café recién hecho puede despertar nuestros sentidos y darnos energía. No en vano es, en buena medida, la primera bebida del día para muchos. Sin embargo, esto mismo ha generado debate durante décadas: ¿el café quita el sueño?
Para algunos se trata de un mito, para otros es una verdad irrefutable. La realidad, por su parte, indica que se trata más bien de matices. Después de todo, nada es tan simple como parece cuando se trata de esta bebida.
Embárcate entonces a entender cómo funciona y qué ocurre. ¡Sigue leyendo y descubre si el café quita el sueño o si se trata de un mito!
¿Qué componente del café quita el sueño?
El café es muy diverso en su estructura química, contando con compuestos fenólicos, cafeína, diterpenos, trigonelina y melanoidinas. De todas estas, la cafeína es la que nos interesa.
¿Qué es la cafeína?
Además de ser el principal componente del café, la cafeína es una sustancia psicoactiva adictiva. Esto quiere decir que tiene efectos sobre nuestro sistema nervioso y que se debe consumir de forma moderada; la ingesta de 550 mg al día está en el límite de la tolerancia.
Sabemos con certeza que la cafeína induce a un mayor estado de alerta y mejora la función cognitiva, mientras que disminuye la sensación de fatiga. ¿Pero quiere esto decir que el café quita el sueño?
Mitos sobre el café y el sueño
A pesar de los conocidos efectos de la cafeína, y por tanto del café, sobre el sistema nervioso, algunas atribuciones no son más que mitos.
Mientras más fuerte, más fácil el café quita el sueño
Un mito como ningún otro en esta lista. Muchas personas asocian el sabor intenso de una taza de café a la cantidad de cafeína que contiene. Nada más alejado de la realidad que esta afirmación.
El mejor contraejemplo en este caso es el espresso: el café de sabor intenso por excelencia es, a su vez, el que menor cafeína contiene. Ten por seguro que no es este el café que te quita el sueño.

El café descafeinado no afecta el sueño.
Hay quienes prefieren consumir café descafeinado por la practicidad que representa. Otras personas se inclinan hacia esta presentación porque creen que así el café no quita el sueño.
Aunque en principio su razonamiento es válido, no se sostiene. El café instantáneo, aunque en cantidades reducidas, sigue conteniendo entre 2 y 5 mg de cafeína por taza. Esta dosis, repetida durante el día, es suficiente para afectar a una persona con alta sensibilidad a este químico.
¿El café quita el sueño? Las verdades
Como mencionamos antes, la tolerancia a la cafeína ronda los 550 mg; esto es un promedio de 3 a 5 tazas de café al día. Es decir, un adulto promedio no debería ver afectado alarmantemente su patrón de sueño.
Sin embargo, se pasa por alto un hecho importante al decir que el café quita el sueño: esta bebida no es el único alimento que contiene cafeína. Si a este consumo de café le añadimos gaseosas, chocolates o incluso té, sí que terminaremos sobrepasando la dosis recomendada. Allí es cuando empiezan los problemas.
Un factor sorpresa: la genética
Estudios recientes comprobaron que el proceso de metabolización de la cafeína en nuestro organismo puede verse influenciado por la genética. Se encontró que existen variaciones del gen CYP2A6, responsable de este proceso metabólico, presentes en algunos individuos.
Esta alteración del gen CYP2A6 se traduce en una metabolización más lenta, que implica que los efectos de la cafeína estarán presentes por más tiempo.
La conclusión sobre si el café quita el sueño puede ser un poco ambigua. Consumido con moderación (por debajo de 3 tazas al día), y acompañado de una dieta sana, así como de descanso regular, no debería ocasionar ningún trastorno de sueño.
No obstante, si te encuentras teniendo problemas para dormir, o incluso para mantenerte despierto, te invitamos a probar disminuyendo tu consumo. Si la situación persiste, es ideal que consultes con un médico pues puedes encontrarte frente a un problema de salud más profundo.